¡Hola Sallyfarmers! Seguramente estas sean algunas de las palabras que más estáis escuchando últimamente: gripe o resfriado. Y es que el invierno y los cambios de temperatura… ¡No dejan indiferente a nadie! Sin embargo, a menudo utilizamos estos términos de manera intercambiable pero, ¿sabemos realmente las diferencias entre los síntomas de gripe o resfriado? ¿y cómo deben tratarse cada uno de ellos? ¡Te lo contamos en este artículo!

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Lo primero de todo que debéis saber es que la gripe y el resfriado son dos afecciones distintas, cada una con sus propias características y desafíos. Por eso, identificar correctamente entre ambas condiciones es clave para abordar eficazmente sus síntomas.

Antes de nada hay que entender su agente causante:

  • Gripe: Es causada por el virus de la influenza, que tiene varias cepas y puede mutar con el tiempo.
  • Resfriado: Puede ser causado por varios tipos de virus, siendo los rinovirus los más comunes.

Después, su inicio y duración:

  • Gripe: Suele aparecer de forma repentina y puede durar de 1 a 2 semanas, con síntomas intensos. Su incubación es rápida, de 18 a 36 h aproximadamente. 
  • Resfriado: Tiene un inicio gradual y generalmente dura alrededor de una semana, con síntomas más leves que los de la gripe. Su incubación es progresiva y más lenta, de 48 a 72h.

Y por último, los síntomas característicos:

  • Gripe: Fiebre alta, dolores musculares intensos, fatiga extrema, dolor de cabeza y tos seca.
  • Resfriado: Congestión nasal, estornudos, dolor de garganta, tos productiva y posiblemente fiebre baja.

A diferencia del resfriado, la gripe se caracteriza por ser considerablemente más intensa y debilitante, pudiendo ocasionar fiebre elevada durante un periodo de tres días o incluso más. En el resfriado rara vez aparecen, es más frecuente la fiebre en los niños, y en caso de que ocurra, es de baja intensidad, pero sí ocasiona malestar general y fatiga.

Consejos para tratar la gripe o resfriado

Esta es la parte más importante ya que un tratamiento adecuado será fundamental para una buena recuperación. En muchas ocasiones caemos en una automedicación excesiva, sin saber realmente qué es necesario en cada situación. En ambos casos, priorizar el descanso y una buena hidratación es esencial. Para la gripe, podréis usar medicamentos con analgésicos y antitérmicos, como el paracetamol, para aliviar el dolor, el malestar y la fiebre. En ocasiones, el médico puede recetar antivirales para reducir la duración y la gravedad de la gripe, pero es importante entender que al ser una enfermedad provocada por un virus, no sirve tomar un antibiótico. 

Para un resfriado, medicamentos de venta libre para aliviar síntomas como congestión nasal y la irritación de garganta,  que pueden ser sprays nasales, agua de mar para realizar limpieza de arrastre o caramelos.

Es crucial ejercer precaución especial con la gripe, dado que posee un nivel de gravedad superior al resfriado y puede conllevar complicaciones, como neumonía.

 

 

Ahora que ya sabéis diferenciar entre gripe o resfriado, lo más importante es la prevención. No olvidéis llevar una dieta variada, hábitos saludables, lavaros las manos con frecuencia o usar pañuelos desechables. Y por supuesto, si pertenecéis a un grupo de riesgo, es muy importante vacunarse.

¡Esperamos que este artículo os haya sido de gran utilidad! Y recordad que si tenéis cualquier duda o inquietud, podéis contactar con Sallyfarma o visitarnos en nuestra farmacia en Sevilla.

¡Hasta la próxima! 💜